Caso de Zaragoza perseguido de oficio en Agosto de 2021
De Violencia de Genero
La mujer denuncia al hombre un año después de los supuestos hechos, el juez archiva gracias a los recursos digitales del hombre y la Fiscalía (milagro) decide perseguir de oficio.
La Fiscalía acaba de solicitar 15 meses de prisión y una multa de 4.320 euros para una vecina de Cuarte de Huerva a la que acusa de mentir y aprovecharse del sistema judicial para causar daño a un hombre con el que mantuvo una corta relación de pareja hace bastante tiempo, cuando ella tenía 16 años y él 18. El perjuicio podría haber sido realmente importante, ya que la mujer lo denunció ante la Guardia Civil por una supuesta violación, lo que obligó a detener al presunto agresor. Sin embargo, el investigado consiguió demostrar que tras su acusación había intereses espurios. Y no solo se archivó el caso contra él, sino que ahora tendrá que ser la mujer, a la que defienden Carmen Sánchez y Luis Ángel Marcén, la que se siente en el banquillo de los acusados por falsa denuncia. Los hechos se remontan al 22 de agosto de 2021, cuando L. S. H. se personó en el cuartel de Casablanca para denunciar que había sido víctima de una agresión sexual con penetración. Cuando los agentes le preguntaron por el autor, la mujer dijo que podía identificarlo porque habían sido novios durante unos meses cuando eran jóvenes. Más extrañados debieron de quedarse los funcionarios al escuchar que la presunta agresión sexual se había producido hacía más de un año. En concreto, el 11 de junio de 2020, en la propia vivienda de la supuesta víctima. La gravedad de los hechos denunciados –la violación se castiga con un mínimo de 4 años de prisión– llevó a la Guardia Civil a detener al sospechoso, vecino de Zaragoza, un día después. Desde el primer momento, el hombre negó haber abusado o violado a la mujer. Y dijo contar con material probatorio para demostrarlo. Lo que aportó fueron una serie de mensajes de texto y audio en los que la denunciante reconocía que no había pasado nada entre ellos. Pese a ello, esta mujer también escribió a la esposa del denunciado para hacerle creer lo contrario. De investigar la presunta violación se encargó el titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1, quien desde el primer momento habló de un claro vacío probatorio. «No queda constancia de ninguna prueba, siquiera parcialmente, siquiera de forma indiciaria», decía el juez. «Se observan problemas derivados de unas infidelidades –añadía–, y en todo caso no se entiende que se tarde un año en denunciar los hechos». El magistrado acabó decretando el sobreseimiento provisional de la causa, que fue recurrido en apelación por la denunciante. Sin embargo, la Audiencia Provincial de Zaragoza no hizo otra cosa que confirmar el auto de archivo. La Fiscalía entendió que debía ir más allá, razón por la que ha terminado presentando cargos contra la denunciante. [1]