Caso de San Sebastián de 6 de Mayo de 2020
De Violencia de Genero
Mujer denuncia para separar al padre de los hijos, dice que puede demostrar con pruebas los abusos, es detenido, luego la mujer no tiene pruebas y su relato presenta numerosas incongruencias.
Una mujer ha sido condenada a abonar una multa de 2.400 euros y a compensar con otros 4.006 euros a su excompañero sentimental y padre de su hijo, por presentar una falsa denuncia de maltrato psicológico con el fin de evitar que el hombre consiguiera la custodia compartida en la separación de la pareja. Ante esta situación, el padre inició un procedimiento judicial "para regular las relaciones entre los progenitores y el menor" y solicitar "que la guarda y custodia fuera compartida". La mujer interpuso entonces una denuncia contra su excompañero "por malos tratos psicológicos", en la que alegó que desde que se quedó embarazada había empezado "a comportarse de forma agresiva con ella, perdiendo los nervios sin motivo aparente y golpeando puertas y paredes de la vivienda donde residían, llegando incluso a romper los cristales de la puerta de acceso al balcón y dos lámparas de la mesilla de noche", además de amenazarla con llevarse al niño. Asimismo, manifestó "tener grabaciones del comportamiento de su expareja" en las que se podía "comprobar su actitud y malas formas", además de "múltiples" mensajes en su teléfono en los que la insultaba. Por estos motivos, el Juzgado de Violencia Sobre la Mujer inició un procedimiento contra el padre y requirió a la chica que aportase su teléfono con los supuestos mensajes amenazantes, si bien la policía científica constató que en el móvil "no había conversaciones entre las partes en las fechas señaladas", tras lo que la mujer renunció a la "acción penal" y el hombre fue absuelto, además de obtener la custodia compartida que demandaba en el otro procedimiento. Seguidamente, el padre, que ha sido representado en este caso por la letrada Beatriz Rodríguez Aparicio, denunció a su excompañera por presentar una denuncia falsa y se inició un nuevo proceso judicial que ha otorgado ahora la razón al hombre al tener "muy en cuenta los informes de la policía científica, que fueron demoledores" señalando que "no había conversaciones" de mensajería entre ambos progenitores. La sentencia del caso recuerda además que el delito de denuncia falsa esconde una "finalidad detrás", porque "nadie acusa falsamente de algo si no es por una motivación específica" que, en este caso, "en la situación de conflicto familiar" subyacente, "estaba orientada" a "apartar" al padre de su hijo, "impidiendo que el juzgado de familia estimase su pretensión de custodia compartida". "A esta conclusión se llega no sólo por la actitud torpe" de la mujer "mediante la interposición de la denuncia falsa" sino también "analizando" otras pruebas que "ponen en evidencia, no sólo la ausencia de maltrato psicológico" sino la "predisposición infinita" del hombre "a ejercer responsablemente su paternidad", recalca la sentencia.[1]