Cultura del miedo en el feminismo clientelar
La cultura del miedo en la democracia
La cultura del miedo es un fenómeno político y sociológico que se lleva estudiando más de 100 años [1]. A groso modo la idea principal es usar el miedo como mecanismo para controlar algunos aspectos de la convivencia, se ha usado en varios países:
- Para justificar invadir países e ir a la guerra en la Alemania Nazi de 1939 (la teoria del "espacio vital" hablaba de "su necesidad para sobrevivir")
- Para aprobar leyes injustas y la represión del pueblo (Brasil en 1964-69, Argentina en 1970-1980)
- Para defender la posesión de armas en EEUU al principio de siglo XXI (en ingles 'Gun culture' o 'Gun politics')
- Para justificar la guerra en Irak después del 11/S
El uso del miedo fue ampliamente documentado y popularizado en el año 2002 a través de un documental llamado "Bowling for Columbine" sobre como la cultura del miedo difundida por la prensa y los políticos se usa para condicionar a la población a estar asustada los unos de los otros, mientras tanto el poder puede ejercer su control sin supervisión ciudadana, puestos que unos están enfrentados a los otros.
Este tema se acabó convirtiendo en algo tan constante en los medios americanos (especialmente en la Fox) que los "pundits" de la izquierda política acabaron organizando una manifestación para intentar "restaurar la cordura".
Podría sorprender ver a la izquierda española cometer los mismos pecados de la derecha americana pero en el fondo solo es cuestión de analizar los rasgos de cada movimiento y sacar paralelismos.
El miedo como estímulo del feminismo clientelar y radical
En general el feminismo de la corriente actual se basa en miedos generados desde las mujeres hacia otras mujeres y desde el poder hacia las mujeres con respecto a los hombres, algunas mujeres son asesinadas pero las cifras son varios cientos de veces menores que las posibilidades de morir de muchas otras formas cuyo control también depende de servicios públicos facilitados por el estado (accidentes, asesinatos no viogen, sobrepeso, cáncer, alcohol, drogas,...).
España de hecho ya estaba en 2015 a la cabeza en Europa en materia de protección a la mujer.
Esta cifra se ha mantenido estable desde que se fundará el Ministerio de Igualdad y se dispararan exponencialmente las denuncias viogen (las condenas siguen planas, no aumentan con las denuncias, solo los calabozos preventivos inconstitucionales)
Y sin embargo la insistencia mediática y política con el tema anula la voluntad de las mujeres de vivir con libertad (no la insistencia del patriarcado como pudiera parecer lógico).
El miedo de las chicas a salir a la calle es una discriminación en sí". Las chicas interiorizan desde pequeña que la calle es peligrosa, y eso constituye una discriminación en sí. Es una de las principales conclusiones de un estudio encargado por Emakunde[2]
El clientelismo no nace por si solo, tiene que existir la necesidad de depender de lo que el estado nos pueda aportar. Pam, una líder de Podemos todavía intentaba difundir ese miedo con ocasión del caso Hermoso-Rubiales a través de un canal en Youtube de feminismo radical
La unión de feminismo débil, clientelar y radical
A modo de resumen:
- el feminismo débil necesita del gobierno,
- el miedo impulsado por el gobierno y los medios de difusión genera el odio al hombre (misandria)
- esto lleva al feminismo radical que vemos en muchos tweets y mensajes en redes sociales y que se manifiesta en la convivencia diaria constantemente como se aprecia en diarios de prensa y comentarios de abogados
