Caso de Gabriel de 2018 †
De Violencia de Genero
Bitácora
13/09/2019. Ana Julia mató a Gabriel cuando la psicóloga dijo que su padre debía pasar más tiempo con él
Cuando Gabriel Cruz murió, a manos de su homicida confesa, Ana Julia Quezada, el crío, de ocho años, estaba pasando un momento crítico de su niñez que, de una forma u otra, pudo tener un papel en su propia muerte: la adaptación a la nueva pareja de su padre, Ángel. Un trago nada sencillo para un niño "muy noble, cariñoso, que no quería preocupar a sus padres", según el psicólogo de la madre, Francisco Martín. Pero la realidad es que Gabriel no llevaba bien la nueva relación de su padre, o al menos un aspecto clave de ella: la convivencia con Ana Julia Quezada en el domicilio que los tres -el niño intermitentemente, merced a la custodia compartida- compartían en Vícar, a 25 minutos de Almería capital. Gabriel se sentía "abandonado" y desplazado por la nueva pareja de su padre, y por ello la psicóloga del niño le había prescrito a Ángel que pasara más tiempo con su hijo, y tiempo "de mayor calidad". En esas estaban, con el padre muy preocupado y volcando tiempo y atención en el menor, cuando Quezada mató al niño, premeditadamente o en un repentino ataque de rabia. De algún modo los dos competían, según estas fuentes, por el tiempo y el cariño de Ángel (y ella puede que por su dinero también, según creen los investigadores). El padre de Gabriel y Ana Julia se habían conocido en la Nochevieja de 2016 a 2017, y el flechazo debió de ser fuerte porque la mujer conoció al hijo de Ángel, al que finalmente mataría estrangulándolo y golpeándole la cabeza, sólo "una semana después", según la declaración de ella ante el jurado.