Pensamiento mágico
El pensamiento mágico es una forma de llegar a conclusiones basada en supuestos informales, erróneos o injustificados y frecuentemente sobrenaturales, que genera opiniones o ideas carentes de fundamentación empírica robusta.
Pensamiento mágico en política
"Justicia feminista"
El siguiente tweet de Irene Montero es un ejemplo de pensamiento mágico:
Necesitamos justicia feminista para Juana Rivas y estamos a tiempo. Trabajaremos para que así sea. Las mujeres que defienden sus derechos y los de sus hijos e hijas frente a la violencia machista necesitan saber que estamos con ellas.[1]
Este tweet da a entender que la Justicia puede ser feminista, cuando la definición de Justicia no distingue de sexos.
"Jueces machistas"
Irene Montero llama "machistas" a los jueces, Podemos los acusa de "fachas" y el CGPJ denuncia que es "intolerable"[2]
De nuevo, no tiene sentido el concepto juez machista o feminista, o al menos no debería importar en el ámbito de aplicación de la ley.
"Laberinto judicial"
Eufemismo usado para identificar causas judiciales donde la mujer salió malparada por denunciar falsamente.
Silvia Aquiles, madre protectora que perdió la custodia de sus dos hijos en favor de su ex y que se vio envuelta en un laberinto judicial tras denunciar a este por abusos sexuales contra su hija, ha visto el archivo de una de sus causas.[3]
Pensamiento mágico en mujeres
"Yo no miento" y mujer como ser de luz
Yo no miento es el slogan de una de las asociaciones de soporte a las mujeres que denuncian por viogen, es la manifestación de un deseo ajeno a los hechos tangibles y demostrables, puesto que a menudo hay pruebas de que efectivamente la mujer sí miente: audios, videos, testigos, incongruencias en su propia declaración, peregrinación de viogen,...
Causado por traumas previos
Muchas denuncias falsas se sustentan en informes psicológicos que dan a entender que la mujer "podría" estar sufriendo psicológicamente, sin llegar a probarse en ningún momento que ese sufrimiento sea real, reciente o que sea causado por su pareja. Por ejemplo una mujer que denuncie falsamente por viogen podría haber sufrido maltratos en su niñez y extrapolar ese sufrimiento a una situación de desacuerdo con su pareja ya adulta, queriendo así autoconvencerse de que está volviendo a sufrir los abusos que sufrió de pequeña. Los organismos relacionados con el viogen no hacen ningún tipo de análisis en este sentido y consideran al hombre culpable por defecto.
